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¿Qué es peor para el cáncer, el azúcar o el alcohol?

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Una de las mayores amenazas para la salud mundial es el cáncer. Su desarrollo en el cuerpo está muy influenciado por el estilo de vida diario. Los investigadores han centrado su atención en el alcohol y el azúcar como dos de los muchos factores que influyen en el riesgo de cáncer. Si bien ambos son comunes en la dieta contemporánea, se sabe poco sobre cómo afectan al riesgo de cáncer. Nos encontramos con el azúcar y el alcohol a diario en celebraciones, rituales de consuelo e incluso en rutinas aparentemente inocuas. Sin embargo, tras su presencia cotidiana se esconde una seria pregunta de salud: ¿Qué es peor para el cáncer, el azúcar o el alcohol?

Según las investigaciones, el azúcar es como un villano, acusándolo de "alimentar" las células cancerosas y de provocar cánceres relacionados con la obesidad. Sin embargo, el alcohol es frecuentemente ignorado y aceptado por la sociedad. La OMS lo clasifica entre las sustancias nocivas para la salud humana como carcinógeno del Grupo 1.

En este blog, compartiremos información sobre qué es peor para el cáncer: el azúcar o el alcohol. Además, analizaremos la evidencia científica sobre el consumo de azúcar y alcohol, examinando su papel en el desarrollo del cáncer, sus mecanismos de acción y sus implicaciones para la salud pública.

Comprender el cáncer y los factores del estilo de vida

Las mutaciones genéticas que interfieren con la división y el crecimiento celular regulares son la causa principal del cáncer. Si bien la genética también influye significativamente, el estilo de vida y los factores ambientales aumentan considerablemente el riesgo de cáncer. El cáncer se ve influenciado principalmente por factores dietéticos, la actividad física y las sustancias que causan tumores. Los investigadores han analizado detenidamente el consumo de azúcar y alcohol como factores dietéticos para determinar si podrían influir en el desarrollo del cáncer.

La ciencia del azúcar y el cáncer

Las células utilizan el azúcar como fuente principal de energía, en particular la fructosa y la glucosa. De hecho, consumir demasiada azúcar puede aumentar el riesgo de desarrollar diversos problemas de salud, como trastornos como la inflamación, la obesidad y la resistencia a la insulina. Todos estos factores de riesgo se conocen como factores de riesgo de cáncer.

  • Obesidad y resistencia a la insulina: El consumo excesivo de azúcar provoca obesidad, un factor de riesgo conocido para varios tipos de cáncer. La obesidad también se asocia con cáncer de páncreas, de mama y de colesterol. Los niveles de insulina y factor de crecimiento similar a la insulina aumentan con el peso, lo que también puede favorecer el crecimiento de tumores.
  • Inflamación crónica: La inflamación metabólica puede ser provocada por dietas ricas en azúcar. Investigadores han vinculado la aparición y propagación del cáncer con esta afección.
  • Efectos cancerígenos directos: El azúcar en sí no está clasificado como carcinógeno. Sin embargo, su papel en el fomento de la obesidad y la resistencia a la insulina aumenta indirectamente el riesgo de cáncer.

El alcohol y su relación directa con el cáncer

En cambio, el IARC ha clasificado el alcohol de azúcar como carcinógeno del Grupo 1. Esto implica pruebas suficientes de que puede causar cáncer en humanos. Existe amplia evidencia que vincula el consumo de alcohol con el cáncer, y la asociación depende de la dosis.

  • Base molecular del desarrollo del cáncer: El consumo constante de alcohol puede dañar el ADN de forma directa e indirecta al formar acetaldehído, un metabolito tóxico. 
  • Cambios en las hormonas: Puede aumentar los niveles de la hormona estrógeno, lo que puede provocar riesgo de cáncer de mama en las mujeres.
  • Cánceres relacionados con el alcohol: Beber alcohol regularmente puede aumentar el riesgo de varios tipos de cáncer, incluidos el de hígado, garganta, boca, esófago y colorrectal.
  • Relación dosis-respuesta: Incluso el consumo moderado de alcohol se ha relacionado con el riesgo de ciertos tipos de cáncer. Por ejemplo, consumir más de una bebida al día puede aumentar el riesgo de cáncer de mama en las mujeres.

Análisis comparativo del azúcar y el alcohol en el riesgo de cáncer

Tanto el azúcar como el alcohol pueden contribuir al desarrollo del cáncer. Sin embargo, sus mecanismos y el alcance de su impacto difieren, como se indica a continuación:

  • Si bien el azúcar aumenta en gran medida el riesgo de cáncer de manera indirecta a través de la obesidad y la resistencia a la insulina, el alcohol tiene una capacidad directa para causar cáncer.
  • Dado que no se conoce un umbral seguro, el riesgo de consumo de alcohol aumenta con el consumo. Por otro lado, el riesgo relacionado con el azúcar está más estrechamente vinculado a los hábitos alimentarios generales y el estilo de vida.
  • Si bien los posibles riesgos de cáncer que implica el consumo excesivo de azúcar son menos conocidos, los riesgos del consumo de alcohol son relativamente conocidos.

Implicaciones y recomendaciones para la salud pública

Los profesionales médicos han vinculado el consumo de azúcar y alcohol con un mayor riesgo de cáncer. El objetivo de las iniciativas de salud pública debería ser reducir el consumo de ambas drogas.

  • Restringir la publicidad dirigida a menores e imponer impuestos a las bebidas alcohólicas y azucaradas. Se puede reducir el consumo exigiendo un etiquetado claro sobre los riesgos para la salud.
  • El objetivo de las campañas de salud pública debería ser informar al público sobre los peligros del alcohol y el azúcar para el cáncer, destacando al mismo tiempo la necesidad de moderación.
  • Las organizaciones de salud deberían proporcionar directrices claras al público sobre el uso recomendado del azúcar y el alcohol, teniendo en cuenta su papel en la prevención del cáncer.

¿Es segura cualquier cantidad de alcohol?

Los estudios demuestran que incluso el consumo moderado o bajo de alcohol aumenta el riesgo de cáncer, especialmente de mama y de colon. El nivel máximo recomendado para quienes optan por beber alcohol es el siguiente:

  • Para un consumo moderado de alcohol, la recomendación es consumir hasta 1 bebida por día para las mujeres y 2 bebidas por día para los hombres.

¿Cómo se pueden reducir los riesgos de cáncer?

No es necesario evitar por completo el alcohol y el azúcar, pero la moderación es clave. Aquí te explicamos cómo reducir el riesgo de cáncer sin sacrificar el disfrute de la vida.

Para el azúcar

  • Elija alimentos integrales: Evite los dulces procesados ​​y prefiera comer cereales integrales, frutas y verduras porque la fibra retarda la absorción de azúcar y reduce los picos de insulina.
  • Leer etiquetas: Evite los alimentos con azúcares añadidos, como el jarabe de maíz con alto contenido de fructosa, y trate de consumir menos de 25 g de azúcar añadido por día.
  • Equilibre su plato: Combine dulces con proteínas o grasas saludables: esto estabilizará su nivel de azúcar en sangre.
  • Mantenerse activo: Practique ejercicio diariamente esto mejorará su sensibilidad a la insulina, además de contrarrestar los efectos metabólicos del azúcar.

Para el alcohol

  • Respete los límites: Controle su consumo para evitar que aumente de forma repentina; además, se menciona que una bebida por día es para mujeres y dos para hombres.
  • Tome días secos: Incorpore días sin alcohol cada semana para darle descanso a su estómago y a su cerebro.
  • EAlternativas a xplore: Pruebe cócteles sin alcohol o kombucha en reuniones sociales.
  • Sepa su por qué: Piensa y reflexiona sobre por qué bebes, ya sea por estrés, por hábito o por cualquier otra razón. Abordar la causa raíz del consumo puede reducir la dependencia.

Consejos generales

  • Mantener un peso saludable: Los riesgos del alcohol y del azúcar aumentan en las personas obesas.
  • Coma antioxidantes: Alimentos como las bayas, los frutos secos y las verduras de hoja verde combaten el estrés oxidativo.
  • Prepárese para la evaluación: Los chequeos regulares ayudan en la detección temprana del cáncer, aunque esta enfermedad puede tratarse en su etapa inicial.
  • Obtener historial médico: Los antecedentes familiares de cáncer pueden justificar límites más estrictos.

Conclusión

¿Es el alcohol o el azúcar más perjudicial para el cáncer? La respuesta es el alcohol. Es peor, ya que contribuye directamente a su desarrollo. Si bien la obesidad y la disfunción metabólica convierten al azúcar en un factor de riesgo de cáncer, incluso en dosis moderadas, el alcohol daña directamente el ADN y afecta a varios sistemas. Sin embargo, el azúcar no es inocuo. Controlar el consumo sigue siendo recomendable. Sin embargo, abstenerse de beber alcohol debería ser una prioridad absoluta para reducir el riesgo de cáncer.